sábado, 3 de enero de 2009

Nihilismo y Derecho

Una de las funciones propias del filosofar como lo observaba la Dra. Juliana González presupone el acto de recobrar los significados originarios y fundamentales, no dando nada por consabido; la filosofía es un recordatorio de lo obvio, de las verdades básicas y comunes, es una toma de conciencia de lo inmediato.
En este sentido mi propuesta es una propuesta filosófica y está destinada a establecer argumentos que nos permitan hacer una toma de conciencia de lo que se ha asumido que es el derecho y de cómo las pretensiones que se le han adjudicado en las últimas décadas se están desmoronando en el aire.
El derecho, por lo menos desde su raíz etimológica ius, implicaba hablar de liga, implicaba amalgamar individuos que pertenecen a una misma sociedad, este era el objeto del derecho hacernos uno, capacidad que ya ha perdido y no sabe como recuperar.
¿A que se debe esta pérdida de sentido? puede ser que sea consecuencia de seguir las inercias de la modernidad, y que tomando los preceptos que esta acogía los dogmatizara, formando como a la postre una lógica de dominio recalcitrante que ha absolutizado todo, manifestando el predominio de una irracionalidad racionalizada llevandonos no al progreso sino al ocaso del individuo.
Tal vez sea que la dinámica del positivismo genere que el derecho se transforme en un discurso fundante y estático en el cual cada día nos alejamos más de la posibilidad de cohesionar individuos pues la sociedad se ha atomizado.
Hoy el derecho no defiende a la sociedad en su totalidad sino que se ha parcializado, hay un derecho de los niños, del agua, del medio ambiente, de los animales, de las mujeres, etc, ¿que no sera que esta especialización en el analisis de lo jurídico nos atomiza?
Este fenómeno lo he visto intimamente ligado al nihilismo, término que si bien posee históricamente un gran número de significados, es importante destacar que este no se refiere al desasosiego o de la caída en el vacío por parte de quien no cree más en el sentido de su vida.
Tampoco se refiere a un estado de ánimo, el cual en un sentido estrictamente sicológico, pertenecería a la cultura actual. Se trata en términos filosóficos de un fenómeno de carácter ontológico, entiendase un tipo de suceso que configura la experiencia entera que una época hace de si y de lo que nos rodea, articulando como consecuencia una imagen del mundo, o un modo de vida en los cuales somos.
Del nihilismo sería válido decir que le precede la nada, sin embargo esta no es algo, en el contexto del significado consificante. Toda vez que si la nada fuera algo en este sentido dejaría de serlo por eso mismo, el acto de pensar la nada la vuelve un acontecimiento, y por consiguiente un modo de acontecer que envuelve.
Es decir nada se vuelve ausencia de fundamento, disipación del sentido o carencia de un horizonte moral último, si junto estas dos posiciones me llevan a una pregunta ¿no sera que como decía el Dr Bruno Romano de la Universidta degli Studi de Roma "La Sapienza" que el derecho se ha vuelto participe de un nihilismo funcional?

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